LOS DESCENDIENTES: conflicto familiar con toques humorísticos

El drama familiar Los descendientes se encamina como una de las películas favoritas al Oscar, con cinco nominaciones: mejor película, mejor director (Alexander Payne), mejor actor (George Clooney), mejor montaje, mejor guión adaptado. Montaje Crítico estuvo en la avant premiere y te adelanta la crítica, a un día de su estreno en el país. 

Si se tiene en cuenta el nivel de crítica que recibió la película a nivel internacional y que se puso de manifiesto en las diversas nominaciones a diferentes premios y en la numerosa obtención de otros regionales; la expectativa que genera Los Descendientes es indudable. Sin embargo, y quizás justamente por ello, el producto fílmico final no termina de conformar ni mucho menos de justificar su candidatura a mejor película en los próximos Oscar.

Basada en la novela de Kaui Hart Hemmings, Los Descendientes cuenta la historia de un hombre concentrado en su trabajo y los negocios, que tiene que enfrentar una situación particular cuando su esposa queda en coma, producto de un accidente. La trama se agudiza en torno al vínculo que deberá reconstruir con sus dos hijas y al descubrimiento de la infidelidad de su esposa.


La historia propone diferentes aristas dramáticas para profundizar pero muchas de ellas quedan inconclusas o vagamente trabajadas. La situación de las hijas y la relación de ellas con su padre podría haberse enriquecido con mayores detalles. La propuesta es interesante pero le falta ritmo en la narración y trabajo en ciertos conflictos dramáticos que plantea pero no profundiza.

Cabe destacar al respecto, que el film deja entrever el interés que el director y los guionistas tuvieron en cuanto a su género. Una situación tan dramática como la que se plantea está más cargada de chistes que de tintes dramáticos. Incluso, ciertos primeros planos de la esposa en coma invitan más a dejar un mensaje de humor negro que de tristeza o compasión.
No es mala la idea, pero quizás por eso la película no termina de convencer a la perfección.

La primera parte de la proyección se torna algo tediosa por emplear el recurso del narrador en manos del protagonista que relata lo que hace, lo que piensa, lo que siente. Dicen que "una imagen vale más que mil palabras" y quizás el principio podría haberse resuelto perfectamente con menos explicación discursiva y más representación actoral física.

Pese a estos aspectos negativos, el filme es correcto. Los descendientes invita al espectador a meterse en el mundo cotidiano de los habitantes de Hawai de un modo increíble. Las camisas que usa Clooney a lo largo de los 115 minutos de duración, incluso en pleno ámbito laboral, generan humor y al mismo tiempo costumbre. Además, las distintas instancias de la película convocan al espectador a conocer las costumbres locales, como el hecho de que, aún cuando quieren salir rápido de una casa, los personajes se toman su tiempo para volver a ponerse los zapatos.
El montaje es emocionante y justifica ver esta película en la pantalla grande. La combinación de planos generales abiertos de impactantes paisajes de la naturaleza terrestre y acuática con otros planos detalle de pequeños aspectos naturales; brinda armonía, tranquilidad y placer a quien observa. Desde producción, el trabajo de locación ha sido excelente, pues el destaque de paisajes que se hace de distintas islas es simplemente hermoso.

El elenco supo responder acertadamente a los diferentes roles. Desde el "noviecito" de la hija, pasando por el suegro y los amigos, todos contribuyen a que el drama fluya con humor, sin entorpecimientos actorales. El desempeño protagónico de Clooney es delicado y adecuado a las exigencias de un hombre que se ve obligado por las circunstancias a hacerse cargo de la situación. En ese proceso, tanto él como sus hijas transitarán un camino de cambio. Las hijas están impecables. En especial, Shailene Woodley. Sorprende favorablemente en este filme superando en muchas escenas en dramatismo a la actuación de Clooney; quizás por las exigencias del libreto pero las supo poner en práctica a la perfección.

Los descendientes permite pasar un buen rato, disfrutar de un paisaje extraordinario y un reparto actoral preciso, para un drama con tonos predominantemente humorísticos pero igualmente provocadores a la sensibilidad del espectador. Quizás genera cierta decepción, producto de todo el espectáculo crítico y de premiación que giró a su alrededor. Es una buena historia pero no para ser la mejor del año.

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Premios obtenidos más destacados (a la fecha)
* Globo de Oro 2012. Mejor película dramática, Mejor actor protagónico en drama (George Clooney)
* Critics Choice Movie Awards. Mejor actor (George Clooney)